Lavarse las manos, ¿por qué?

Todos los días me lavo las manos del orden de 20 veces, entre cada paciente, con agua y jabón o con solución hidroalcohólica. En cada carro de enfermería, en cada habitación, en los pasillos, en cada esquina del hospital están esos puntos donde nos invitan a lavarnos las manos, pero ¿por qué?

Ignaz Philip Semmelweis fue el primer médico que alertó sobre la mayor incidencia de la sepsis puerperal en las mujeres que daban a luz en los hospitales en relación con las que lo hacían en su casa. Y la clave estaba en las manos de quienes tocaban a las parturientas. Este médico nació en Budapest en 1818, y aunque en principio se trasladó a Viena para seguir su vocación de abogado, poder asistir a una autopsia cambió su vida, se convirtió en médico. 

Desarrollando su trabajo en el Hospicio General de Viena publicó unos estudios que concluían que las mujeres que daban a luz en ese centro eran tocadas demasiadas veces  por médicos, estudiantes, matronas o enfermeras y que estos eran los que, sin saber cómo, les contagiaban enfermedades que en muchas ocasiones les causaban la muerte. 
Semmelweis Ignác Fülöp (Hungría 1818-Autria1865)
Propuso que todo el personal se lavara las manos con agua y jabón, era una medida barata y que demostraba una gran eficacia pero que dentro de la comunidad médica no caló. ¿Cómo iba un médico a matar con sus propias manos?  Algunos años después Pasteur explicaría el cómo, pero ya era demasiado tarde para Semmelweis. Despreciado por sus colegas, acabó su carrera en un hospital menor y finalmente fue ingresado en un centro psiquiátrico. Cuentan que, en su último intento por demostrar su teoría, envió unas cartas llenas de insultos a sus colegas obstetras, llamándoles ignorantes y asesinos irresponsables. 

Durante mucho tiempo se contó que en una clase en la Universidad de Viena se hizo una herida con un bisturí que había utilizado para abrir un cadáver, esta herida le provocó una sepsis mortal, que demostraría su teoría. La versión menos romántica sobre su muerte cuenta que murió a causa de las palizas, duchas frías y baños con aceite de recino a las que fue sometido en este centro psiquiátrico.

Las teorías de Semmelwis supusieron con los años una revolución en el ámbito sanitario y todos los días lo homenajeamos lavándonos las manos una y otra vez. La limpieza en un centro hospitalario es una norma fundamental que desgraciadamente no todos respetan. 

Invito a que leáis este post de @cateterdoblej titulado: "Salir al bar con la bata y el fonendo... ¿por qué y para qué?"

@Ohihane

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