Mi mundo de elefantes

¡Quien pudiera navegar entre las nubes para tenerte más cerca! Qué difícil es arrancar de mis entrañas emociones que me paralizan, qué difícil es olvidar sensaciones, olores, aprendizajes... Pero ¿las quiero olvidar? Mejor sería poder almacenarlo en una caja que solamente se pudiera abrir cuando uno estuviese preparado. Pero hay cosas que no se pueden meter en cajas, hay recuerdos que hay que volver a masticar una y otra vez para no tener la agobiante sensación de que podrías olvidarlos. 

Encontrarse de frente con el miedo al vacío es tortuoso sobre todo cuando la batalla es cotidiana. Y empeñarse en disfrazarse de una guerrera poderosa comienza a ser extenuante cuando ni siquiera se tienen armas para luchar. 

Mi padre me contó que una tradición hinduista dice que los elefantes cogen el agua del inframundo y después la rocían mientras tejen las nubes. Qué historia más bonita para recordar, recordar cada día rodeada de elefantes. Elefantes guerreros y de la buena suerte, que en algún país que ahora tengo en mente se adoran sobre todo si tienen tres cabezas.

@Ohihane


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