Mi entalpía personal

Quien me hizo descubrir mi entropía personal no esperaba que acabara escribiendo sobre mi entalpía personal y menos que ésta fuera positiva. 

Nuestro pequeño sistema se puede mantener durante años en un estado de calma que hace todo funcione sin que tengamos que gastar mucha energía para mantenerlo en esa falsa paz. Pero llega el momento en el que el entorno ejerce sobre nosotros una presión tan grande que se comienzan a producir variaciones en nuestra energía y el resultado final puede ser: ganar o perder. 
Una margarita, un sistema perfecto de intercambio de energía [Fotografía: @Ohihane]
En mi caso, el resultado es, entalpía positiva, una ganancia de energía tan elegante y alucinante que puedo imaginar mi cuerpo elevándose por encima del suelo. Al principio, justo después del estrés, no pude apenas darme cuenta de lo que había ganado, pero sí, he sido capaz de ganar energía, conocimientos... y ahora soy mucho más.... mucho más, solamente eso. 

Mi padre siempre me decía que la vida era más que cuatro lágrimas por quien ni siquiera saborea cuán saladas son, que es un puñado de instantes, el día a día, aprovechar de manera sutil cada minuto de una noche y la melodía de un piano  o de una charla entre cervezas. Que esos minutos son los que nos dan herramientas para salir ganando cuando lleguen los inesperados seísmos; y que cuando la enredadera llegue a nuestro cuello, incluso en ese momento sepamos que la entalpía puede ser positiva. Y de verdad, lo ha sido. 

@Ohihane

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