Adiós con puntos suspensivos

Llevo días sin escribir, llevo días aprendiendo a decir adiós.

Sabes que te has hecho mayor cuando comienzas a despedirte de personas, de proyectos, de recuerdos.... Y no me refiero a esa despedida con esperanza, sino una despedida real, sabiendo que nunca más volverá. Decir adiós es difícil y no siempre lo hacemos  porque preferimos ser infelices en compañía que reconocer la pérdida. 

Decir adiós es poner un punto y aparte, es mirar al futuro sin esperar que te den la mano, saber que puedes volar sola aún a riesgo de caer y que nadie estará para recomponer tus alas rotas. Mirar al final, enfrentarnos al hecho de que, en el momento en que algo nace también comienza a morir.

Ahora prefiero saborear el amargo sufrimiento en la boca que permitir que me sueltes. No conozco otra cosa que el llanto nocturno, que el pataleo y la incomprensión, y no sé si quiero conocerlo. Por eso hoy te digo que el adiós será con puntos suspensivos. Esperaré a que vuelvas, y lo harás con tu mirada azul cantando sirope. 

Aprenderé en esta etapa que nadie puede llorar por mí, ni reconstruir mi corazón cuando se vea destartalado. Que no necesito a aquellos que huyen cuando aparecen los problemas, solo me necesito a mí, siempre me lo dices. 

Pongamos puntos suspensivos...

@Ohihane 

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