Orgullo en Budapest

Budapest es una ciudad que iluminando sus orgullos intenta tapar los restos de la vergüenza. Unos zapatos a orillas del Danubio esa historia de personas obtusas, de esos que sobre un pedestal quisieron convencer al mundo de que unas personas eran mejores que otras. En aquel momento la excusa fue la religión y hoy... ¿hoy? ah sí, hoy también lo es.  

Zapatos sobre el Danubio
Monumento a los judíos húngaros fusilados y arrojados al Danubio por miembros del partido fascista Cruz Flechada en 1944

Quienes se cruzan conmigo por la calle me miran con tristeza. Dicen que el sentir del pueblo húngaro es el hunfigú, que sería algo así como una melancolía patriota. Y nos lo recuerda Szomorú Vasárnap (domingo sombrío), canción de principio de los años 30 del siglo XX que dicen que entristecía tanto a los húngaros que hacía que quisieran lanzarse por las ventanas. Yo no me dejé contagiar por esa tristeza, ni me dejé vencer por un 'rebaño' de mariposas. 

El Danubio no refresca cuando el sol aprieta, sino que ahoga aún más y solamente encuentras calma en aguas termales con ligero olor a azufre. Una cámara de agua ameniza los juegos de cuatros jóvenes entre cientos de mayores que curan su artrosis a remojo. Y quizá esto fuera lo mejor de un viaje de verano. 

Reconstruida de sus cenizas y con aroma a Sisi 'la emperatriz', quizá esta ciudad merezca una nueva visita o a lo mejor un crucero que nos lleve desde mi querida Viena hasta el desconocido Belgrado. 

Pero esto solamente es un sueño por el momento... 

@Ohihane