Londres es té

Londres ha sido 'earl grey' por la mañana, un crucero y una panorámica desde 'el ojo', perderse bajo tierra y encontrarse en una abadía con poesía, ha sido un paseo por Notting Hill y un fotomatón en Cadem.

Sabía que me gustaría, pero nunca pensé que me iba a dejar con ganas de más, de mucho más. Las peripecias de perderme en el metro entre Tower Hill y Liverpool Street fueron el prólogo de un viaje lleno de ansias por ver todo. 

Los invitados al cumpleaños de la Reina Isabel se movían de un lado para otro entre las calles de Londres aunque buscan un descanso bajo ellas, en el metro, donde el silencio siempre impera incluso en hora punta. 

La Catedral de St Paul mereció una foto desde el otro lado del Támesis acompañada Millennium Bridge que parece que lo abraza acercando las orillas. Desde el London Eye las vistan imponen, las cúpulas, las torres, los puentes... todo adornaba una ciudad presidida por un gran reloj en obras que marcaba las horas que quedaban para poder saborear un sandwich en St Jame's Park acompañada de los cuervos que protegen el número 10 de Downing Street. 

London Bridge  [Fotografía: Ohihane -11 junio 2018-]

No puede decepcionar una ciudad que reserva gratuitamente el descanso de tantos días entre obras de Tiziano, Van Gogh, Renoir o Leonardo da Vinci.

@Ohihane