Me importa un pito no dar un palo al agua
Siguiendo con los dichos y expresiones no he podido dejar de contaros el origen de otras frases que también utilizamos en nuestro día a día.
Mandar a alguien a la porra
Alonso de Entrerríos es mi personaje preferido de la serie El Ministerio del Tiempo. Alonso es miembro del Tercio de Flandes. Esta unidad militar existente en los siglos XVI y XVII era un ejército español de la dinastía de los Habsburgo encargado de la defensa de los Países Bajos españoles.
El regimiento más antiguo de Europa empezó siendo un tercio español |
Los compases de esta unidad de élite era dirigidos por unos hombres que movían un gran garrote (como una batuta de orquesta) que era llamado porra. Así la porra se hincaba en el suelo para señalar en la marcha una parada. En este alto en el camino los detenidos debían colocarse sentados alrededor de la porra para ser controlados. Así se comenzó a utilizar "enviar a alguien a la porra" como sinónimos de personas detenida o presa.
No dar un palo al agua
Esta expresión se utiliza para denotar que alguien es un vago y se cree que proviene de los marineros holgazanes que no remaban sino que solamente golpeaban con su remo el agua.
Vestirse de tiros largos
Cuando alguien va muy elegantemente vestido decimos que se ha vestido de tiros largos. Para encontrar su significado tenemos que pensar en soldados con sables. Los tiros de las correas se ponían prietas para sujetar el sable a la cintura en las batallas, pero cuando los soldados se tenían que vestir elegantemente dejaban los tiros largos.
Mucho ruido y pocas nueces
Sobre el origen de esta expresión hay dos versiones que quizá sean complementarias.
A finales del siglo XVI Shakespeare estrenó una comedia romántica titulada "Much a do about nothing" que al castellano se tradujo "Mucho ruido y pocas nueces". Pero, ¿por qué?
Por la misma época, y volvemos a nombrar al ejército de Flandes, el capitán Hernán Tello de Portocarrera, ideó una original estrategia militar para tomar la ciudad francesa de Amiens. Su idea fue disfrazar a 16 soldados que sabían francés y darles sacos de nueces y cestos de manzanas para hacerlos pasar por campesinos. Al entrar a la ciudad uno de ellos dejó caer las nueces al suelo haciendo que los soldados franceses se distrajeras para recogerlas y los españoles aprovecharon para conquistar la ciudad.
¡Venga va! ¡Animaos! Seguro que hay más frases que aún no se me han ocurrido.
@Ohihane
Necesitas hacerte con el libro "El por qué de los dichos", de José María Iribarren, caso de que no lo hayas hecho ya, por supuesto.
ResponderEliminarAdriana! Conozco el libro pero prefiero descubrir las frases mientras hablo con amig@s y ponerme a buscar y leer por aquí y por allá. Si me leo el libro el tal Jose Mari me quita el trabajo y el entretenimiento ;-)
EliminarAhí va otro que me descubrió este verano el guía de Numancia (Garray, Soria). Hacer de algo "tábula rasa".
ResponderEliminarLa expresión proviene de la costumbre romana de enviar mensajes importantes escritos en unas tablillas cubiertas con cera de abejas sobre la que se escribía. Una vez leídos los mensajes se hacía "tábula rasa" sobre la cera para poder reutilizar las tablillas escribiendo más mensajes.
Curioso, ¿no?
El escritor Santiago Posteguillo menciona estas tablillas en su trilogía sobre Publio Cornelio Escipión, Africanus, así como otras muchas costumbres y usos romanos sobre los que bien vale instruirse.
Aprovecho para recomendar vehementemente al autor y sus libros.