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Pensamientos que se enredan en un mundo de filigranas para que todo en la memoria no se pierda como una pompa de jabón al viento.
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Mola, ¿a que sí? O pararte en mitad de una carretera terciaria para contemplar un zorro o una marta que te devuelven en su mirada el estupor con que tú les miras.
ResponderEliminarAdriana no sé si lo sabes pero esa montaña tiene forma de mujer tumbada (échale imaginación al tema). Dice la leyenda que represeanta a la Dama Maria de Anboto que es el personaje de la mitología vasca más importante. Se dice que Mari vive en Anboto siete años y se traslada por el cielo al monte Txindoki para vivir otros siete.
ResponderEliminarNo sé, es un paraje de mi pueblo que me tiene fascinada y que no valoraba antes cuando vivía allí.
No, no lo sabía. Había oído, y he comprobado, la misma teoría acerca de Machu Picchu. Mirado de perfil se atisba el perfil de un rostro: la frente, la nariz, la boca, el ojo, la barbilla. Es impresionante.
ResponderEliminarNo he estado pero seguro que no tiene nada que envidiar a mi pueblete... :-D
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